Además de todas las razones por las que no vas al gimnasio -estás ocupado, cansado, es caro-, es posible que en algún momento te hayas sentido ansioso, intimidado o avergonzado.
La ansiedad en el gimnasio, o "gymtimidation", puede afectar a cualquiera, tanto si es la primera vez que entra en un gimnasio nuevo como si es la primera vez en mucho tiempo que acude a su gimnasio local. Puede que te preocupe que te miren o que no estés familiarizado con el equipo; puede que la intensidad de la descripción de la clase te eche para atrás o que tengas miedo a que te juzguen.
¿La buena noticia? No estás solo. Los expertos afirman que muchas personas que van al gimnasio experimentan estas mismas emociones de vez en cuando. ¿Y lo mejor? Superar esas preocupaciones puede ser muy beneficioso.
"Uno de mis dichos favoritos es: 'No hay crecimiento en la zona de confort'", dice Ally Rising, Analista de Control de Calidad de Orangetheory Fitness y Entrenadora Personal Certificada. "Eso puede ser desafiarte a ti mismo con mancuernas más pesadas, elegir una velocidad más rápida o simplemente presentarte a clase. Elegir hacer algo que te asuste no sólo te beneficiará dentro del espacio fitness, sino que puede convertirte en una persona más fuerte y resistente en todos los aspectos de la vida."
Existen algunas medidas sencillas que puedes tomar para superar la ansiedad que te produce el gimnasio y obtener los resultados que deseas. Aquí tienes cinco formas de enfrentarte a tus miedos y conquistar un reto de fitness que te asuste.
Elige una clase en grupo.
Un gran malentendido es que hay que tener un nivel básico de forma física para empezar a entrenar en un gimnasio o tomar clases de fitness en grupo, dice Rising. "Como con todo en la vida, ¡todo el mundo empieza de cero! Participar en clases de fitness en grupo es una gran manera de sumergirse en el agua y aprender de entrenadores certificados dentro de un ambiente de apoyo y alentador."
Llegue pronto.
Llegar pronto a clase es una de las mejores formas de reducir el miedo y la intimidación. "En Orangetheory, pedimos a los nuevos clientes que lleguen 30 minutos antes por esta misma razón", dice Rising. "Antes del entrenamiento, tendrán la oportunidad de conocer al entrenador y familiarizarse con el estudio y el equipo". Sea cual sea el gimnasio o la clase de entrenamiento, Rising recomienda presentarse al entrenador y hacerle saber que se está un poco nervioso. "También es el momento perfecto para decirles si tienes alguna lesión o restricción de ejercicio, para que puedan personalizar la experiencia de entrenamiento para satisfacer tus necesidades".
Ponte las anteojeras.
Aunque la sala esté abarrotada, intenta imaginar que sólo estáis tú y el instructor. "Centrarse en las instrucciones del entrenador y menos en los demás miembros de la clase es una forma estupenda de aliviar la intimidación", dice Rising. "Recuerda que cada uno está en un viaje diferente y está trabajando hacia sus propios objetivos individuales". Si vas a mirar a tu alrededor, utiliza la comparación a tu favor. ¿Ves a alguien que va claramente unos cuantos capítulos por delante de ti en su camino hacia la forma física? Perfecto. Es un recordatorio de que tú también puedes conseguirlo.
Apóyate.
Los expertos suelen señalar la "terapia de exposición" como una forma de superar los miedos y las ansiedades: exponerse a lo que se teme en un entorno seguro. Aprovecha los beneficios de la terapia de exposición inscribiéndote en un reto de fitness de una semana de duración, como la Hell Week anual de Orangetheory, ocho días de intensos (pero factibles) entrenamientos de infarto. Aunque pueda asustarte, estarás guiado por entrenadores certificados que te apoyarán y garantizarán tu seguridad. "Todos nuestros entrenamientos son revisados y probados, antes de ser lanzados en el estudio", dice Rising. "Si pensamos que un entrenamiento o un ejercicio específico dentro del entrenamiento puede ser desafiante, nos aseguramos de que se proporcionen múltiples opciones". ¿Será difícil? Por supuesto. ¿Pero se puede hacer? Sin ninguna duda.
Usa el control mental.
Los estudios demuestran que el sentido de agencia (o la sensación de control sobre tus acciones) hace que los sucesos aterradores, como la ansiedad por ir al gimnasio, sean más fáciles de tolerar y superar. Recuérdate a ti mismo que eres tú quien ha decidido enfrentarse a este reto. Su médico, su familiar o su entrenador no le obligaron a hacerlo, usted lo eligió y, en cierto modo, sabe que puede (y quiere) hacerlo. Utiliza este mantra para entrar en un nuevo gimnasio o clase con un poco más de confianza.
